Por qué la flexografía de una pasada es la respuesta a las presiones actuales sobre los plazos de entrega
En el envasado, la velocidad ya no es una ventaja competitiva, sino un requisito básico si se quiere seguir siendo competitivo.
Los convertidores de todo el mundo se enfrentan a la creciente presión de los propietarios de marcas para que entreguen más trabajos, en plazos más cortos y con una complejidad cada vez mayor. Los plazos de entrega, que antes eran de semanas, ahora son de días, a veces de horas, sin comprometer la calidad.
Para muchos, la pregunta, y el miedo, es simple: ¿cómo podemos seguir el ritmo?
La respuesta no está sólo en trabajar más, sino en trabajar de forma más inteligente. Y ahí es donde la impresión flexográfica en una sola pasada está cambiando las reglas del juego.
El reto del plazo de entrega
En la última década, la demanda de envases ha cambiado radicalmente. El auge del comercio electrónico y las ventas directas al consumidor implica ciclos de producto más cortos y más versiones. Las promociones estacionales, las variaciones regionales y las campañas personalizadas crean un flujo constante de nuevas referencias.
Para los convertidores, esto significa que los flujos de trabajo tradicionales en offset o en varias fases, con máquinas separadas para imprimir, barnizar, embellecer, troquelar y despegar, son cada vez menos viables. Cada etapa añade tiempo, operarios y riesgo de cuellos de botella. Los trabajos se acumulan al pasar por varios departamentos y los trabajos en curso ocupan un valioso espacio.
Puede llevar a una situación en la que aumenten las presiones de entrega, se reduzcan los márgenes y sea más difícil cumplir las expectativas de la marca.
Cómo lo resuelve la flexografía de una pasada
La flexografía de pasada única consolida todos los procesos clave en un sistema en línea. La impresión, el barnizado, el laminado, el gofrado, el troquelado y el despegado se realizan en una sola pasada. Esto significa que los envases de cartón o las etiquetas pueden pasar del sustrato a un producto acabado y listo para la venta sin salir de la máquina.
Este planteamiento aporta beneficios tangibles:
- Plazos de entrega mucho más cortos - Ya no hay que pasar de una máquina a otra ni esperar a que se subcontrate el acabado. Los trabajos se completan de principio a fin en un solo proceso.
- Programación más ágil - Los cambios de última hora o los trabajos acelerados pueden gestionarse sin interrumpir todo el programa de producción.
- Mayor eficacia - Con menos configuraciones y menos WIP, los operarios dedican más tiempo a trabajar y menos a gestionar los cuellos de botella.
Acabados de primera calidad sin demora
Las marcas quieren cada vez más envases que destaquen: detalles en láminas, barnices táctiles o relieves intrincados. Tradicionalmente, estos pasos de acabado se subcontrataban o se realizaban con máquinas independientes, lo que añadía días a la producción.
Los sistemas flexográficos modernos integran el embellecimiento en línea. Ahora, los convertidores pueden ofrecer acabados de primera calidad en la misma pasada que la impresión, lo que elimina retrasos y aumenta el valor de cada trabajo. Esto permite responder rápidamente a la demanda del mercado y superar las expectativas de las marcas.
Proteger los márgenes
Las presiones sobre los plazos de entrega no sólo tienen que ver con el cumplimiento de los plazos. También se trata de proteger la rentabilidad. Los tiempos de preparación prolongados, la elevada maculatura y la gestión ineficiente de los trabajos merman los márgenes. La automatización mejorada es una parte clave de la ventaja de la flexografía de una pasada.
Sistemas como el entintado, la impresión y el registro automatizados (AiiR) reducen los tiempos de preparación, disminuyen el desperdicio de material y facilitan a los operarios menos experimentados la obtención de resultados uniformes. Esto reduce la dependencia de la escasa mano de obra cualificada y ayuda a que cada trabajo siga siendo rentable.
Flexo en acción
Los convertidores que adoptan la flexografía de una pasada ya están viendo resultados cuantificables: plazos de entrega más rápidos, menos trabajos rechazados y mayor fidelidad de los clientes. Para los que vienen del offset, la ventaja es que la flexografía moderna ofrece una calidad de impresión HD equiparable a la litografía, pero con la velocidad y eficiencia que exige el mercado actual.
CartonLine de Edale es un gran ejemplo de ello en acción, ya que reúne todas las fases de la producción de cartón en una sola plataforma. Desde la impresión y el barnizado hasta el troquelado y el desbarbado, muestra cómo los flujos de trabajo de una sola pasada pueden transformar tanto la velocidad como la eficiencia.
En un mundo en el que las presiones de entrega definen el éxito, los convertidores necesitan algo más que mejoras incrementales, necesitan un cambio radical en su forma de trabajar. La flexografía de una pasada aporta ese cambio. Al consolidar los procesos, permitir el acabado en línea y aprovechar la automatización, permite a los convertidores pasar de la extinción reactiva de incendios a una producción proactiva y ágil.
El mensaje es claro: si los plazos de entrega son el punto de presión, la flexografía es la solución.
¿Quiere comprobar usted mismo la diferencia?
Póngase en contacto con Edale para que podamos colaborar en la gestión de sus cuellos de botella y retos de producción.