Reducción de residuos con la tecnología flexográfica actual


Los residuos son uno de los retos más persistentes en la producción de envases.

Ya se trate de un exceso de sustrato durante la preparación, de ineficiencias en flujos de trabajo de varios pasos o de diseños que limitan la reciclabilidad, cada desecho innecesario aumenta el coste y la huella de carbono. Para los convertidores, reducir los residuos ya no es sólo una cuestión de eficiencia; es fundamental para cumplir los objetivos de sostenibilidad, los requisitos normativos y las expectativas de la marca.

Aquí es donde la tecnología flexográfica moderna está dando un paso adelante. Las impresoras flexográficas actuales están diseñadas para minimizar los residuos en todas las fases de la producción, desde la preparación del trabajo hasta el uso de materiales, a la vez que abren nuevas vías hacia envases reciclables y preparados para el uso circular.

Reducir los residuos antes de que empiece la producción

Los procesos analógicos tradicionales solían requerir largas tiradas de preparación para conseguir un color, una impresión y un registro precisos. Esto suponía desperdiciar metros de sustrato antes de producir la primera copia vendible.

La tecnología flexográfica actual ha cambiado la ecuación. Los sistemas automatizados de registro, entintado y control de impresión, como la tecnología AiiR de Edale, pueden alinear una rotativa en tan sólo un puñado de metros. Al reducir el desperdicio de preparación de cientos de metros a unas pocas docenas, los convertidores no sólo ahorran materiales, sino también tiempo e intervención del operario.

Especialmente en tiradas cortas, esta reducción de residuos es transformadora. Menos sustrato consumido en la preparación significa mayor rendimiento, menor coste por trabajo y menos desechos que salen de la fábrica.

Eficiencia gracias a la producción en un solo paso

Los residuos no sólo tienen que ver con el sustrato, sino también con la ineficacia del proceso. En los flujos de trabajo convencionales, el traslado de trabajos entre varias máquinas genera más recortes, más desechos y más consumo de energía.

La flexografía de una pasada consolida estos pasos. La impresión, el barnizado, el embellecimiento, el troquelado y el despegado se realizan en línea. Cada trabajo se realiza de forma más limpia y rápida, con menos cambios y menos posibilidades de error. El resultado es una menor pérdida de tiempo, de mano de obra y de material.

También es una cuestión energética. Ejecutar un trabajo a través de una máquina en lugar de tres o cuatro reduce el consumo de energía y elimina el transporte innecesario de WIP, lo que ayuda a reducir las emisiones de carbono en todo el flujo de trabajo.

Diseñado para ser reciclado

Uno de los cambios más interesantes en el mercado europeo es la creciente alineación entre la capacidad de impresión y los sustratos sostenibles.

Las impresoras flexográficas modernas pueden imprimir sobre películas más finas, sustratos de fibra y cartones reciclados o reciclables sin sacrificar la calidad. También admiten tintas al agua y adhesivos lavables que cumplen las normas de reciclabilidad. Para los convertidores, esta compatibilidad garantiza el cumplimiento de normativas como el Reglamento de la UE sobre envases y residuos de envases (PPWR), al tiempo que responde a la demanda de los consumidores de envases responsables con el medio ambiente.

Y como la flexografía es fundamentalmente versátil, los convertidores pueden adaptarse rápidamente a medida que entran nuevos materiales en el mercado. Esta agilidad es vital a medida que las marcas experimentan con etiquetas sin soporte, sustratos compostables y envases monomateriales diseñados para la circularidad.

Alineación con la normativa y ESG

El panorama normativo europeo avanza rápidamente. Los sistemas EPR, los sistemas de devolución de depósitos y unos requisitos de reciclabilidad más estrictos implican que la gestión de residuos está ahora más sometida a escrutinio que nunca.

La capacidad de la flexografía para reducir los residuos de configuración, consolidar procesos y utilizar materiales conformes ofrece a los convertidores una forma práctica de demostrar su progreso. Estas eficiencias no solo mejoran la cuenta de resultados, sino que ayudan a las empresas a medir y reducir las emisiones de alcance 3, un componente fundamental de los informes ESG a partir de 2027.

Un camino más inteligente

En esencia, la reducción de residuos consiste en hacer que los envases sean más inteligentes. Más inteligentes para producir, más inteligentes para usar y más inteligentes para recuperar al final de su vida útil.

La impresión flexográfica, especialmente cuando se combina con la automatización, los flujos de trabajo de una sola pasada y los sustratos reciclables, ofrece a los convertidores una vía hacia la reducción de costes, una mayor sostenibilidad y la confianza normativa.

Para las empresas que navegan entre la doble presión de la rentabilidad y el planeta, la flexografía moderna no es sólo una solución de impresión, sino una estrategia orientada a la sostenibilidad.

¿Quiere comprobar usted mismo la diferencia?

Hablemos de cómo podemos trabajar juntos para reducir los residuos, racionalizar la producción y adelantarse a la normativa.

Póngase en contacto con nosotros